lunes, 13 de febrero de 2012

Todos los días pasa un tonto por la estación de Atocha (2).

¿De verdad alguien creía que los del PP iban a gobernar a favor de los trabajadores? ¿Todavía quedan gilipollas de este calibre? La reforma laboral del PP ha quitado la careta definitivamente a estos sinvergüenzas. Sinvergüenzas por mentirosos, porque con cada acción de gobierno están contradiciendo las pocas promesas que hicieron en campaña electoral; sinvergüenzas por ladrones, porque tienen en la agenda la privatización (el robo) de servicios y empresas públicos que entre todos construimos y que a todos nos van a quitar para entregárselos a sus amigos/amos para que hagan negocio a nuestra costa; sinvergüenzas por delincuentes porque no paran de orquestar conspiraciones, la última condenar al instructor del juicio, para que los ladrones co-partidarios de la Gürtel se vayan de rositas; sinvergüenzas por cohonestar los abusos de los empresarios sin escrúpulos que llevan años abusando de los trabajadores a su cargo; sinvergüenzas por tratar de ocultar las medidas que toman a sabiendas de lo escandalosamente abusivas que son; sinvergüenzas por construirse un Estado a la medida olvidando el pacto constitucional; sinvergüenzas, en fin, por gobernar para una reducida casta de este país (y de los demás) dejando en la cuneta a la inmensa mayoría (muchos de ellos, idiotas que les votaron) de los españoles.
Ahora ya sabemos por qué dijo Rajoy que las únicas plazas de empleo público que no se amortizarían serían las de la policía. Se va a armar gorda (¡eso espero!).