miércoles, 29 de diciembre de 2010

De jueces y prevaricadores.

Noticias sobre resoluciones chocantes de nuestros jueces nos llegan con frecuencia desde escandalizados medios de comunicación. Hay que reconocer que a veces ese escándalo nace de la ignorancia de los periodistas, que desconocedores del Derecho, no comprenden las consecuencias de su recta aplicación. Otras veces, sin embargo, ni los más eximios juristas pueden dar una explicación medianamente razonable o coherente de las insensateces de sus señorías.

En nuestro país es rara la condena por prevaricación (resolución injusta dictada a sabiendas de que lo es) de un juez o magistrado. Algunas ha habido, cierto, pero en la mayoría de las ocasiones, sentencias con un innegable tufo a prevaricación se liquidan con un recurso judicial ante la Sala correspondiente. Y el fiscal, seguramente por un resabio corporativista, no va más allá.

Anteayer mismo conocimos el auto de la Audiencia Provincial de Castellón en el que retorciendo la ley al más puro estilo Federico Trillo, se declaran prescritos determinados delitos fiscales de Carlos Fabra, personaje santo y seña de la política valenciana del PP. El Ministerio Fiscal, por supuesto, recurrirá, pero ¿es eso suficiente? ¿No nos encontramos ante una de esas resoluciones escandalosas tan inexplicables como injustas? ¿No sería conveniente añadir a la revisión jurídica del auto, la de la conducta de quienes lo han dictado? Porque a mí me parece que este tipo de resoluciones emitidas por órganos jurisdiccionales locales en cuestiones que involucran a políticos de la zona, como sucedió en su día con los trajes de Camps, pueden tener un fundamento diferente al que sugiere la propia norma aplicable.

La mujer del César no sólo tiene que ser honrada, sino también parecerlo. La más mínima sospecha de contubernio entre el poder político y el judicial debe investigarse a fondo para, en su caso, enviar a la cárcel a quienes hubieren traspasado la línea que separa la incompetencia o la mala praxis jurídica de la mala fe. Porque si no, sería lícito pensar también que detrás de esas demandas de poderes judiciales propios por parte de determinadas Comunidades Autónomas no se esconde sino el deseo de controlar políticamente a los órganos jurisdiccionales que en un momento dado van a ser competentes para juzgar a los políticos que los gobiernan.

Y es que tiene narices que en España se vaya a enviar a la cárcel por prevaricación al juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo, mientras que quienes utilizan sus estrados para garantizar la impunidad de políticos corruptos o, al menos, como instrumento de su ideología política, no sólo queden también impunes, sino que, además, sean beneficiarios de ascensos en su carrera profesional u otras prebendas políticas obtenidas como pago a sus servicios.

Todo ello presuntamente, claro.

jueves, 23 de diciembre de 2010

¿Cómo que no piensa dimitir?

Una ministra trabajando para el PP.
Con todo descaro la ministra Ángeles González-Sinde dice que no piensa dimitir. Señora González-Sinde: usted ocupa un cargo por delegación de la industria del entretenimiento (no me atrevo a poner cultura, porque no creo yo que engendros como el Aserejé, Ahí viene Condemor o las memorias de Mario Conde merezcan ese calificativo, que son palabras mayores), y en defensa de ella ha intentado colar una normativa flagrantemente atentatoria contra los derechos civiles de los ciudadanos. Además amparándose en un gobierno socialista sustentado por un partido político en el que no milita.

A mi esta desvergüenza me recuerda a la del felizmente destronado lehendakari Ibarreche, que tras montar la que montó con su famoso plan, y ser éste rechazado en el Congreso por una abrumadora mayoría (¡qué gran discurso de Rubalcaba!) siguió dirigiendo su gobierno impasible el ademán.

Señora González-Sinde: usted ha fracasado en su torticera misión. Una misión servil de unos intereses económicos muy determinados y ajena a la mayoritaria voluntad del electorado que ha contribuido a que usted sea ministra de España (ni en sus mejores sueños…). Un electorado que tiene auténticos problemas para justificar medidas tan injustas y tan poco socialistas como el canon digital o el abusivo cobro de derechos de autor por la representación de una obra de teatro en un colegio o por la colocación de una radio en una peluquería.

Así que haga sus maletas, vuelva a sus películas, y dé gracias por esa magnífica pensión vitalicia que le va a quedar y que todos pagaremos con esos años de trabajo (trabajo de verdad) extra que otro ministro “socialista” nos va a imponer a todos los curritos de este país.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Los riesgos de vivir en un mundo irreal.

No le demos más vueltas. Lo que les ha pasado a los controladores no es más que la consecuencia de vivir en un mundo irreal.

Un chaval de veintipocos años sin más formación que la de un diplomado universitario (antes) o un bachiller (ahora) que de la noche a la mañana consigue un empleo con una remuneración de 300.000 euros al año (o más, mucho más), con sólo 1.200 horas de trabajo anual, con billetes de avión gratis, con una retirada a los 55 años con el sueldo completo, con muchísimo tiempo libre y muchísimo dinero para gastar en lo que quiera, amparado por un sindicato que le hace creer que su poder sobre la empresa y la sociedad es imparable… Así es fácil pensar que todo el monte es orégano y no darse cuenta de que todas esas condiciones de trabajo extraordinarias tienen que llevar también aparejada una responsabilidad extraordinaria. Ya dije en un post anterior dónde tenían que mirar los controladores para ver al culpable del “deterioro” de sus condiciones de trabajo y por qué (http://estabanavisados.blogspot.com/2010/08/tanto-va-el-cantaro-la-fuente.html). Pues bien, ahora, la irresponsabilidad de algunos de ellos y el hartazgo del Gobierno y del Estado (nunca mejor dicho) va a terminar con muchos de sus privilegios, incluidos sueldo y horario. Bienvenidos al mundo real (aunque seguro que al final no es para tanto).

lunes, 29 de noviembre de 2010

El barril de amontillado.


Así se las ponían a Fernando VII.

Como es sabido, en ese relato, Poe nos cuenta cómo, con la excusa de dar a probar un vino a un enemigo, el protagonista urde una trampa para asesinarlo. Sólo dos diferencias con el tripartito que ha gobernado Cataluña en los últimos cuatro años: aquí son tres los personajes y el asesinado es el anfitrión. Porque esto es lo que ha sucedido en Cataluña: el enredo del PSC-PSOE con, sobre todo, Esquerra Republicana de Cataluña, ha llevado al partido del President Montilla a cosechar una derrota electoral sin precedentes.
Ahora toca la reflexión y el análisis de los resultados. Según el medio o el comentarista político que se consulte, las razones de este descalabro son tan diferentes como la noche y el día, y no es más que un ejercicio de pérdida de tiempo el tratar de comprender qué ha llevado a un votante del PSC-PSOE de hace cuatro años a no votarle esta vez o, lo que es peor, a votar a otro partido diferente (o de derechas y “españolista” –PP- o independentista). Cada uno tendrá sus razones.
Creo que más que averiguar el porqué ha sucedido esto, hay que constatar el cómo ha sucedido, lo que es bastante más sencillo, pues se trata tan sólo de una objetiva descripción de la realidad (y aquí no caben opiniones divergentes). Y digo que es sencillo, porque en esta piedra (el pacto de gobierno con un partido que tiene como principal seña de identidad la búsqueda de la secesión de una región de España) el PSOE ya ha tropezado más veces. Ya lo hizo en Galicia y, en otro momento, en el País Vasco. En todos los casos la recompensa ha sido la misma: el abandono del electorado.
La política en un país “normal” se divide en partidos de derechas y de izquierdas. En España, además, hay partidos que a cualquier otro aspecto anteponen su condición de independentista, el deseo de desgajar de España una parte de su territorio. No importa a qué acuerdos se llegue con ellos, qué contrapartidas se ofrezcan, qué diseño del mapa político se haga que no van a torcer el objetivo que las da razón para existir, y estarán siempre listos, como hizo el PNV, para apuñalar por la espalda a sus ingenuos compañeros de viaje y echarse en los brazos, incluso, de asesinos convictos y confesos con sólo que compartan ese supremo fin.
Sabido es que el PSC es, en principio, un partido autónomo federado al PSOE, lo que le diferencia de todas las demás “ramas” autonómicas del partido. Parece que esto es lo que origina esas dos tan cacareadas “almas” que en él concurren, una española y otra más nacionalista. Desconozco, no obstante, si ese evidente nacionalismo presente en muchos dirigentes del PSC-PSOE produce en ellos ensoñaciones independentistas. Quiero suponer que no, ya que la secesión de territorios es una opción ausente del ideario del PSOE y, además, para eso ya están otros partidos. No obstante, sí que aprecio desde hace mucho tiempo una especie de complejo en el PSOE nacional (y también en el alma española del catalán) que pasa por la consideración de que lo natural para un catalán es ser nacionalista; que no hay que quedarse fuera de cualesquiera procesiones que reclamen más competencias, más identidad, más diferenciación entre España y Cataluña. A mí, sin embargo, me produce sonrojo ver a Montilla, nacido en un pueblo de Córdoba donde vivió hasta los 16 años, ayudarse de una “chuleta” para escribir correctamente una dedicatoria en catalán en un libro de firmas, al tiempo que carga contra el Tribunal Constitucional por emitir una sentencia sobre el Estatut que no se aparta del enunciado literal de la Constitución, ese “contrato” que firmamos todos los españoles y que no puede modificarse por el deseo unilateral de unos pocos habitantes de una región determinada. Y en esto también hay que hacer pedagogía y mostrar a la ciudadanía que, en Cataluña, tan normal es hablar castellano como catalán, y que ser catalán, o incluso catalanista, no es contradictorio con ser español, como tampoco lo es ser vasco, andaluz o madrileño. Lo contrario lleva a lo que ha llevado el tripartito, a un auge de los partidos y del sentimiento independentista por un lado, y al refugio de los que no lo son y no tienen una conciencia social clara, en partidos que, como el PP, muestran sin pudor su españolidad.
Parece que empieza a estar en juego algo más importante que gobernar un determinado territorio un par de años más o menos, y creo que ha llegado el momento de poner pie en pared y llegar al acuerdo, tácito o expreso, interno o con el PP, de no volver a pactar con partidos independentistas, con partidos cuyo empeño, por otra parte respetable desde el punto de vista ideológico, no es otro que la ruptura del país que compartimos todos. Porque, al final, el pacto con el PP en el País Vasco, está siendo bastante más razonable y rentable políticamente, que cualquier otro que se haya alcanzado con el PNV, que ha dejado al PSOE siempre como folclórica comparsa.
Y es que, empleando un símil futbolísitico, el PP y el PSOE son dos clubes diferentes, sí, pero que están y quieren estar en la misma liga. Los partidos soberanistas en cambio, son clubes que lo que quieren es disputar una liga diferente. Y yo, aunque respeto a todo el mundo, no quiero ayudarles a que avancen ni un milímetro.

lunes, 15 de noviembre de 2010

La responsabilidad sobre el Sáhara Occidental.

Cada vez que sale a colación el antiguo Sáhara español, vemos cómo, en la mejor tradición de la autoflagelación patria, salen a la palestra políticos, periodistas, artistas, y todos los demás que no lo son, señalando la responsabilidad de España (o del Estado español, como les gusta de decir a algunos) en la situación de los saharauis. Bueno, pues ya está bien. El Sáhara Occidental está como está porque en un momento de la historia confluyeron varios factores. A saber: los saharauis no querían ser españoles (y mataron a unos cuantos para demostrarlo); los Estados Unidos no querían que el Sáhara de los fosfatos y el presunto petróleo fuera un país independiente en la órbita de Argelia y bajo la influencia de la URSS; Marruecos quería el Sáhara para sí (EE.UU. se lo ponía en bandeja y no iba a rechazarlo); y a la España de Franco, que no era la mía, le importaba un bledo cualquier cosa que no fuera mantener a un casi fiambre Caudillo en el poder y con él, a todos los que se habían aprovechado de la dictadura fascista que gobernó este país durante los 40 años de paz que tanto les gustaba pregonar.

Así pues, no acepto que se me haga responsable de un momento histórico en el que ninguna participación tuvo el pueblo español. Yo, y conmigo todos los demás ciudadanos de una España dominada por un gobierno impuesto, soy tan responsable de la situación de los saharauis como de las muertes ocurridas durante la construcción del Valle de los Caídos (vgr.). Así que basta ya de señalar desde dentro de nuestras propias fronteras como responsables a unos ciudadanos y un país que son, además, los que más contribuyen del mundo a aliviar en lo posible la terrible situación del pueblo saharaui. Y basta ya también de que los propios activistas saharauis pongan a España en una situación de conflicto internacional cada vez que haya lugar a ello (y me refiero a la poco razonable actitud que en su día tuvo Aminatu Haidar para con España), como si el tema del Sahara Occidental fuera un asunto español. Lo ha dicho muy bien la ministra Trinidad Jiménez: no es un tema bilateral España-Marruecos. Es un asunto de la ONU y de la comunidad internacional. Una comunidad internacional, en especial la europea, que mira para otro lado cada vez que Marruecos comete cualquiera de las tropelías a las que nos tiene acostumbrados, sea con los saharauis, sea con los emigrantes africanos que intentan el salto a Europa. Una Europa que, por otro lado, está encantada de tener por un precio razonable a un sátrapa en el norte de África encargado de limpiarle el patio trasero. Y, claro, Marruecos saca partido de ello pisoteando los derechos humanos de quienes se le pongan por delante. Y puede hacerlo porque, no olvidemos, que, parafraseando a Kissinger, el sátrapa de Marruecos es un hijo de puta, sí, pero es “nuestro” hijo de puta.

domingo, 31 de octubre de 2010

Rajoy y la agenda oculta.


His master's voice.

La noticia del fin de semana: Rajoy, en una entrevista concedida al diario El País, reconoce que, si gana las elecciones, se muestra dispuesto a hacer en España algo similar a lo que está haciendo Cameron en el Reino Unido. Los periodistas que han hecho la entrevista están exultantes, aunque seguro que no por todo lo que han revelado.

Porque, vayamos por partes, en esta declaración de Mariano Rajoy se pueden percibir hasta cuatro diferentes perfiles noticiables, cada uno con un contenido y trascendencia diferente. Veamos:

1.- Mariano Rajoy, tras años de vaguedades, ha despertado de la siesta y ha dicho algo con contenido. No está mal. Nada mal.

2.- Más interesante sería la constatación de que, habida cuenta de las thatcherianas medidas implantadas en el Reino Unido por David Cameron, el PP tiene una “agenda oculta” en la que se esconderían todas las medidas antisociales que hasta ahora han callado y que, con la excusa de la crisis que han creado sus compañeros de viaje, nos van a querer colar de rondón. Sugestivo, sí, pero esto no es ninguna novedad: todos los partidos de derechas, en todas las elecciones que en el mundo democrático han sido, se han presentado sin poner en claro su programa de gobierno. De lo contrario habría que convenir que Pedro Castro tenía toda la razón cuando dijo que todavía queda mucho tonto de los cojones que vota a la derecha.

3.- Superada, pues, la euforia del primer momento, buscamos la noticia en otro aspecto: Mariano Rajoy está al tanto de lo que sucede en la política internacional; su interés va más allá de lo que publican el As y el Marca. Bueno, y aunque siempre se ha empeñado en disimularlo, honestamente creo que esta malvada percepción ha sido siempre engañosa.

4.- Y, por fin, el punto donde yo creo que radica el verdadero meollo de la noticia: Mariano Rajoy cree que él va a tomar decisiones sobre el gobierno de España en el caso de que el partido que él nominalmente lidera consiga ganar las elecciones. ¡Vamos Don Mariano! Usted no tiene ni idea de lo que FAES tiene previsto hacerle a este país.

lunes, 25 de octubre de 2010

Zapatones, el auténtico Príncipe de Asturias.

Cuando se publicó la noticia de la adjudicación a la Selección Española de Fútbol del premio Príncipe de Asturias de los Deportes, manifesté en este blog mi desagrado con el rumbo chauvinista que ha venido marcando este premio desde sus inicios, un rumbo que, desde mi punto de vista, lo ha desprestigiado innecesariamente.

No obstante, vuelvo a retomar el tema para expresar mi reconocimiento a la persona de Luis Aragonés, el eterno Zapatones, a quien a última hora se ha incluido felizmente en el homenaje.

España es un país muy injusto con sus héroes, y el caso de Luis Aragonés, la persona que ha conseguido, tras un siglo de intentos vanos, colocar a la Selección Española de Fútbol en lo más alto del ranking mundial, no sólo no ha sido una excepción, sino que ha superado con creces lo vivido hasta la época. Ha pasado poco tiempo y todos podemos recordar la infame persecución periodística de que fue objeto por haber cometido el gran pecado de hacer la selección que él quiso y no la que le marcaban los medios de comunicación, como había sucedido hasta el momento con todos los seleccionadores nacionales sin excepción.

Plumillas de medio pelo se permitieron el lujo de pretender enmendarle la plana a una de las personas que más sabe de fútbol del mundo. El primer entrenador español en recibir el premio al mejor entrenador del año por la FIFA, fue ninguneado, insultado y perseguido hasta la extenuación por mediocres e ignorantes. La no convocatoria de un Raúl completamente amortizado a la Selección Española fue el gran caballo de batalla de esa jauría. No voy a relatar aquí la manera en que Raúl “agradeció” al seleccionador el detalle de convocatoria para el Mundial de Alemania pese a estar todavía recuperándose de una lesión, porque, pese a ser vox populi, no hay disponibles pruebas materiales de ello (entre paréntesis, nunca se ha estudiado lo suficiente la relación, si la hubiere, entre el hecho de que Raúl fuera imagen de una marca deportiva tan poderosa como Adidas y la desmedida campaña mediática de apoyo a este jugador. Tampoco nadie ha dicho nada de porqué Mouriño echa a Raúl y Guti del Real Madrid antes de hacerse cargo, lo mismo -y seguramente por lo mismo- que hizo Guardiola con Etóo y Ronaldiño).

Pasada la Eurocopa de 2008, que España gana, Luis abandona el cargo de Seleccionador Nacional. “Me voy porque nadie me ha pedido que me quede”, fue su triste epitafio. Triste y vergonzoso para una Federación que le había hecho ya la cama con la designación de Fernando Hierro (¡qué gran materia gris!) como Director Técnico. Pero la anunciada llegada de Del Bosque, no supuso sorprendentemente la vuelta de Raúl, sino que el nuevo seleccionador continuó la senda marcada por Luis sin desviarse más que en el primer partido del Mundial de Sudáfrica, lo que le costó la derrota frente a una Suiza que no volvió a ganar un encuentro. El comentario que al respecto realizó Luis en la cadena de televisión para la que trabajaba fue duramente atacado por la jauría que quiere inhabilitar a su enemigo para ganarse la vida por cualquier medio relacionado con el fútbol.

Tras ganar España el Mundial por primera vez en su historia, Del Bosque reconoció a Luis su trabajo y dejó claro que él había cuidado con mimo la herencia de Luis. Esta afirmación dejó en evidencia a la jauría mediática, que rápidamente encontró otro argumento para desprestigiar a Luis: España juega como el Barça de Guardiola. Efectivamente, pero el orden de los términos es el opuesto: el Barça de Guardiola, quien se hace cargo del equipo en 2008, juega siguiendo el modelo que inició Luis Aragonés en 2004 con su nombramiento como Seleccionador Nacional. El buque insignia de ambos equipos, Xavi Hernández, recibió los galones de Luis Aragonés, porque otro, seguramente, lo hubiera cambiado por Guti a las primeras andanadas de la prensa. Afortunadamente, Luis Aragonés conservó su personalidad y criterio hasta en los peores momentos (¿quién se hubiera atrevido si no él a llevar a la Selección a un tal Güiza en lugar de a Raúl?).

Del Bosque siempre ha tributado a Luis Aragonés su parte en la estela de éxitos que le ha acompañado en ésta su etapa. Yo no niego sus méritos deportivos. No creo que Del Bosque sea peor entrenador que Luis. En este nivel todos estarán parejos. Ahora, además, tras el gesto de sacarle de su asiento para recibir también él el homenaje en la gala de entrega de galardones de los premios Príncipe de Asturias, merece todo mi respeto por su indudable calidad personal.

Sirva este post como desagravio al Zapatones de Hortaleza, una de las personas más injustamente tratadas en este país en los últimos años. Otros, seguramente, esperan a que se muera.

martes, 28 de septiembre de 2010

Por qué hago huelga el 29-S.

Creo necesario empezar con una declaración de principios: no soy sindicalista, nunca lo he sido y no creo que mi individualismo visceral me permita serlo en el futuro. Pero mañana voy a hacer huelga. Y las razones son, esquemáticamente, las siguientes:

1.- La política de las naciones u otras organizaciones políticas supranacionales no puede estar marcada por las corporaciones financieras internacionales o grupos de presión económicos. Esto es lo que está pasando en nuestro país y en la Unión Europea (en Estados Unidos ha pasado siempre), que está rectificando décadas de mejora del Estado del bienestar en pro de los intereses de la doctrina liberalista más radical. Soluciónense las tormentas monetarias, las especulaciones con la moneda, los ataques financieros contra los países en los mercados internacionales con la criminalización, captura y entrada en prisión de los responsables de los mismos. Por mi parte, me niego a ver cumplidos los vaticinios de los cómics futuristas que auguran un futuro controlado por multinacionales sin escrúpulos.

2.- El fondo de la reforma supone una regresión sin precedentes de los derechos de los trabajadores españoles: se amplían las causas de despido objetivo y “express”, limitando al tiempo su control judicial o administrativo, abaratando al máximo las indemnizaciones que, además, son pagadas en parte con dinero público, esto es, de todos los trabajadores (incluido el propio despedido!); se acaba de un plumazo con la estabilidad en el empleo; se priva de contenido a la negociación colectiva, dejando en manos del empresario la regulación de las condiciones de trabajo. Me niego a igualarme a los chinos en derechos laborales para que nuestra economía reciba el “placet” de los especuladores internacionales.

3.- El apoyo a las organizaciones sindicales. Con motivo de la huelga, la derecha más reaccionaria (que en nuestro país es casi toda) ha aprovechado para deslegitimar a los sindicatos. Los grupos mediáticos jotapedristas o similares (Mundo, ABC, Razón, Intereconomía), secundando a su lideresa natural (Esperanza Aguirre, que Dios confunda), han arremetido (embestido diría yo, pues atributos no les faltan) contra ellos con el único propósito de eliminarlos de la vida pública y, así, dejar las manos libres a los empresarios que les jalean. Encabezados por Díaz Ferrán (¡qué gran modelo!), están ansiosos por, libres de incómodos intermediarios y a través de la coacción más rastrera (con 4 millones de parados, a ver quién es el valiente que le dice que no a su patrón, que le puede echar por cuatro perras), hacer y deshacer a su antojo, convertir a los trabajadores en una fuerza de producción más, como la electricidad o las materias primas. Tristemente, hay trabajadores en nuestro país, curritos como yo, que dan pábulo a tales medios y se suman a los ataques contra las mismas organizaciones que son responsables del establecimiento de un salario mínimo, de una jornada laboral, de las vacaciones pagadas, de la prohibición del trabajo infantil en las minas, etc. Me niego a que el movimiento obrero, que ha pagado (hemos pagado) con miles de muertos en la lucha, quede acogotado por los explotadores de siempre.

4.- Efectivamente, así no, ZP. Yo no te he votado para que, al margen de lo prometido en tu programa electoral, me des esta bofetada en los morros. Los trabajadores no podemos pagar la crisis con la que se han beneficiado los que ahora también se van a beneficiar con las reformas del derecho laboral. No puedes ser tú también cómplice de los que llevan toda la historia de la humanidad abusando de sus congéneres, de esos que aprovechan cualquier situación para, primero, vaciarnos los bolsillos, después quitarnos derechos y finalmente, arrebatarnos la dignidad. Porque, ZP, se han reído de ti. Has hecho las reformas que quería la patronal y el PP, que ha pasado por esto sin mancharse y que, además, ahora se proclama desvergonzadamente como el partido de los trabajadores. Y, probablemente, te van a echar de la Moncloa. Por tonto. Yo, por mi parte, sé que poco puedo hacer para enmendar esta situación, pero hago huelga porque me niego a volver al siglo XIX sin, por lo menos, dar un puñetazo en la mesa.

domingo, 19 de septiembre de 2010

La jugada maestra de las primarias socialistas en Madrid.

Miradas cómplices entre los pretendidos contendientes.
Mas apurado por la jaula de grillos que era el PSM (cuyo máximo exponente fue el tamayazo) que por las reiteradas derrotas del PSOE en las elecciones a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de la capital, ZP encumbró a la Secretaría General del partido en Madrid a Tomás Gómez. Seguro que veía en él un reflejo de su propia personalidad y del empuje que le había llevado a él mismo unos años antes a la máxima responsabilidad nacional en el partido y en el gobierno de la nación.

El trabajo de Tomás en el PSM, pacificando lo que era un campo de batalla entre banderías varias y dando respuesta puntual a los desvaríos de algún caradura con carné, no se puede negar que ha sido excelente. No se puede negar y nadie lo niega. ZP tampoco.

No obstante, veía Zapatero que, de puertas del partido hacia fuera, el nombre de Tomás Gómez era poco conocido por el ciudadano de a pie. Ya se encargaban los medios madrileños (todos ellos forofos de la Espe) de ningunear al líder socialista, eclipsado siempre por la radiante luminosidad de la “lideresa”.

Algo había que hacer para revertir esta situación, para conseguir que los medios, incluso los ultraaguirristas, no pudieran evitar hablar de Tomás Gómez, quien tenía que ser noticia cada día. Y habida cuenta de los tiempos de crisis que vivimos, un dispendio extraordinario en una campaña de marketing que hiciera a Tomás tan popular como la cocacola, quedaba descartado. Había que encontrar un sistema barato y efectivo.

La solución estaba en los propios estatutos del partido: las elecciones primarias (nada gusta más al español medio que ver a dos tipos tirándose los trastos a la cabeza). Se trataba de provocar una confrontación electoral previa a las elecciones autonómicas de 2011 para así poner el foco en el candidato socialista. El problema era que, habida cuenta del apacible estado del PSM, no parecía que fuera a surgir de manera espontánea entre los afiliados alguien con ganas de disputarle el puesto a su secretario general. Por otro lado, la aparición en escena de un desconocido segundón hubiera sido una excusa perfecta para que los medios del régimen aguirrista se lanzaran contra Tomás Gómez, desprestigiándole en su condición de perverso sátrapa candidato del aparato frente al Robin Hood de las bases descontentas y oprimidas. Y ya sabemos lo que nos gusta apoyar a David en su eterna lucha contra Goliat.

Así pues, se pergeñó la jugada maestra: el candidato rival tenía que provenir de una instancia superior a la del propio PSM y, además, ser de una relevancia pública tal que el pobre Tomás Gómez apareciera frente a él como un mindundi. Al final él fue ella, y Zapatero, desde su omnímoda posición de Presidente del Gobierno de España y de Secretario General del Partido Socialista Obrero Español, señaló nada menos que a Trinidad Jiménez, la ministra estrella de su gabinete, la líder socialista más mediática y telegénica, como su apuesta para recobrar la Comunidad de Madrid.

Simplemente genial. Tal y como se había planeado, los medios (aguirristas o no) han otorgado a Tomás Gómez el papel de David frente a la Trini Goliat, que aparece siempre apoyada por todos los pesos pesados del partido. Gracias a esta inteligente estrategia, tras las primarias, que yo creo que ganará Tomás, éste saldrá con una imagen impecable y con media campaña electoral hecha.

Yo no sé si esto ha sido así. Seguramente no; pero convendrán ustedes conmigo en que, de esta manera, todo tiene sentido.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Un Príncipe injusto y paleto.

La selección española de fútbol ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. De nuevo, el premio recae en un equipo/deportista español que acaba de obtener un éxito internacional puntual.

A mí, que me alegró el triunfo mundialista, no me parece bien. Estimo que un premio de estas características, un premio que aspira a ser el Nobel español, debe reconocer una trayectoria, una aportación especial o un logro extraordinario dentro del ámbito en el que el premio se otorgue. Premiar por un éxito puntual (y por ello efímero), además a un paisano, resulta pobre y chauvinista. Si la selección hubiera alcanzado los cinco títulos por los que se premió a la brasileña, seguro que lo merecería, pero, nos resulten más o menos entrañables los futbolistas que forman la selección, no han hecho nada diferente a lo que ya hicieron otras selecciones nunca premiadas, y desde luego, no se acercan todavía a los anteduichos cinco títulos de Brasil, los cuatro de Italia, tres de Alemania, o dos de Argentina (que ayer nos metió cuatro) y Uruguay. ¿Tenemos más méritos que ellos? Objetivamente no. Haciendo un paralelismo con el Nobel, imaginemos el ridículo que se produciría si le dieran el de literatura a Stieg Larsson por su famosa y excelentemente vendida trilogía Millennium. Seamos serios.

Así pues, la fundación responsable, ha convertido el Príncipe de Asturias de los Deportes en un premio paleto, que pone la lupa en lo local sin otras consideraciones de mayor enjundia. Aunque esto no es de ahora. De los 24 premios Príncipe de Asturias de los Deportes otorgados hasta la fecha, once han sido para españoles. Casi la mitad. España es hoy un referente mundial en el deporte, desde luego, pero que de cada dos, un premio sea para nosotros, es sin duda excesivo. Podríamos repasar la lista y no dudaríamos en tachar a algunos de los galardonados. Son evidentes los méritos de Samaranch, Induráin, Estiarte o Ballesteros, sí, pero los demás sin duda sobran. Chusco y paleto por partida doble (por su condición de asturiano) es el premio a Fernando Alonso: un único campeonato del Mundo frente a la extraordinaria trayectoria de éxitos de Michael Schumacher, que tuvo que esperar dos años más para obtenerlo. Capítulo aparte merece Rafa Nadal, en quien concurren todas las condiciones necesarias, pero a quien se lo dieron demasiado pronto (¿qué reconocimiento recibirá cuando, con muchos más méritos acumulados, se retire?).

El premio, además de paleto, es también injusto, pues selecciones españolas de otros deportes y atletas individuales de otras modalidades, con una estela de éxitos mucho más contundente y extraordinaria que la selección de fútbol, sistemáticamente se quedan fuera por no ser su deporte de seguimiento más o menos masivo. Sin ir más lejos, Edurne Pasabán (porque la coreana ha mentido), también en la carrera por este premio, es un ejemplo de deportista a quien la Fundación debería tener como modelo cuando delibere sobre la identidad de los premiados.

Y una última cuestión: ¿quién recogerá el premio? ¿Íker Casillas, el capitán de la selección o Ángel María Villar, el sonrojante presidente de la Real Federación Española de Fútbol? La cosa tiene su guasa.

domingo, 15 de agosto de 2010

Tanto va el cántaro a la fuente...

...que al final se rompe.

Años hemos pasado todos los españoles y visitantes de nuestro país, sometidos a la extorsión de un sindicato de empresa que nos ha utilizado como rehenes para mejorar las condiciones laborales y, sobre todo, retributivas del colectivo al que representa, los controladores aéreos.

No vamos a hablar aquí de este colectivo o de sus profesionales. Ya se ha dicho lo suficiente y todo el mundo ha podido formarse una opinión. Únicamente vamos a hablar de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), de cómo la avaricia rompe el saco, de qué fácilmente se puede matar la gallina de los huevos de oro, y de cómo la pésima gestión de una situación puede desembocar en una "catástrofe" (y lo pongo entre comillas, porque ya nos gustaría a casi todos formar parte de esa catástrofe) para aquéllos que esperaban un beneficio extraordinario.

En España, como en todos los sitios, existen colectivos profesionales cuyas condiciones son mucho mejores que los de otros trabajadores con un nivel de formación y una actividad laboral semejante. En el ámbito del Derecho, por ejemplo, tenemos a los notarios y a los registradores de la propiedad, funcionarios públicos que obtienen unos réditos muy superiores a jueces, fiscales o abogados del Estado, profesionales todos licenciados en Derecho y que han tenido que pasar por una oposición de semejante dureza. Quizás por ello, jamás hemos tenido noticia de que notarios o registradores hayan adoptado posturas de fuerza (como sí han ejercido los jueces, peor pagados y con una carga laboral muy superior) para intentar obtener una arbitraria mejora de su situación profesional. Es más, el gobierno ha decidido en más de una ocasión rebajar o eliminar los aranceles que aplican por sus intervenciones profesionales, y que constituyen el origen de sus ingresos, sin que siquiera hayan manifestado públicamente descontento u oposición a tales medidas, que no es que no mejoren su estatus, sino que, directamente, lo empeoran.

Y como registros y notarías funcionan muy bien y no han dado nunca ningún quebradero de cabeza a ciudadanos ni gobiernos, nadie se ha planteado jamás pararse a considerar si sus condiciones retributivas son justas, adecuadas o pertinentes.

Pero la USCA no lo ha hecho así. Gracias a su constante estado de guerra, a su confrontación reiterada con los gobiernos, a sus huelgas legales o encubiertas, a las bajas justificadas o torticeras, y, sobre todo, a la utilización constante de los ciudadanos como rehenes de unas reivindicaciones que éstos estiman exorbitantes, los españoles nos hemos enterado con pelos y señales de todo lo concerniente a su actividad laboral: formación requerida para acceder a la profesión, condiciones de acceso, escalas retributivas, actvidad profesional, horarios...; todo. Y claro, pocas simpatías han recogido los controladores en el proceso. Y el gobierno lo ha tenido fácil. Es más, el gobierno ha salido de esta confrontación claramente vencedor y reforzado.

Así pues, los controladores tienen a quién mirar para descubrir al responsable del empeoramiento de sus condiciones laborales. No es Pepe Blanco, no es el gobierno Zapatero, no son los medios de comunicación, ni son los socialistas (recordemos que Ronald Reagan despidió a más de 10.000 controladores aéreos estadounidenses en una situación similar a las que en España se han reiterado). Son esos representantes que los propios controladores se han buscado quienes, por querer ir mucho más allá de lo razonable, se han ganado la enemistad del pueblo español y han creado un banderín de enganche en su contra que el gobierno ha aprovechado para restructurar su profesión y, de paso, subir un par de puntos en su deteriorada popularidad.

Y es que si no fuera por las actitudes de la USCA, el ciudadano medio jamás se hubiera puesto a pensar en cómo aterrizan los aviones, ni en si hace falta alguien para organizarlo o bien es un proceso informático como el que controla los semáforos de las calles. Y, así, vengan días y vengan ollas...

La discreción en esta vida es obligada. Especialmente cuando uno tiene una posición de ventaja que los demás ignoran.

jueves, 12 de agosto de 2010

Los cartelistas también son sostenibles.

Fíjate en este cartel:


No es ningún montaje. Se puede comprobar la existencia de esta ayuda en la página web del Ministerio de Política Territorial: https://ssweb.mpt.es/infofondo2010/info_ciudadanos/listado_detalles_ciudadanos.php, introduciendo en su buscador de ayudas el municipio soriano de Momblona. 3.549 euros en un equipo multifunción para un pueblecito con una población de 37 habitantes, según el INE de 2004 (para qué lo querrán, como no sea para bajarse películas con la mula durante el crudo invierno...). Evidentemente, en esa cantidad global hay que incluir el coste del cartel y no sólo el del equipo informático, que para que llegue a los 1.000 euros ya hay que elegir uno de muy buena calidad. Así pues, la parte del león de la ayuda se la lleva la empresa que confecciona la valla publicitaria, lo que en el fondo está muy bien pensado: mientras que el dinero del ordenador se irá en su mayor parte a China, el destinado al cartel quedará en España. Digo yo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Ensalada de pimientos de piquillo con ventresca.

O ventresca de atún con pimientos de piquillo. Cualquiera de los dos nombres es igualmente sugestivo para un plato cuya confección es simple, rápida y barata.

Para hacerla hay que empezar por ir al Carrefour, pues son dos de sus conservas estrella las que debemos utilizar:

  1.- Pimientos de piquillo de calidad extra (0'98€):
(producto de Perú, qué le vamos a hacer, es la globalización)
 

2.- Ventresca de atún claro (1'55€):
(parece ser que es del Mediterráneo)
 

Su preparación no puede ser más sencilla: ábranse ambas latas, distribúyanse los pimientos por el plato a la manera de los radios de una bicicleta y viértase la ventresca (después de tirar un poco de su aceite) en el centro. Para su mejor condimentación recomendamos echar unas gotitas de aceite de oliva de calidad y unos granitos de sal gorda, también de calidad (ya hablaremos en otra ocasión de la desconocida sal de Salies de Bearn), sobre cada uno de los pimientos. Y ya está. Rico, rico y con fundamento. Un plato muy aparente:

Por supuesto que con pimientos de piquillo de verdad y ventresca de más escogidos atunes, el plato resultará mejor, pero la relación calidad/precio que con estos dos productos de marca blanca se consigue, me parece difícilmente superable. Además, así lo podemos acompañar con un tinto de verano, que en estas fechas se agradece más que un reserva, vino que guardaremos para cuando pimientos y ventresca sean artesanales y de calidad superior.

domingo, 8 de agosto de 2010

Gómez vs. Zapatero

¡Amigo ZP vaya resbalón! Con la que está cayendo, a quién se le ocurre presionar al Secretario General del PSM, a quien tú mismo apoyaste hace apenas tres años para que "limpiara" de guerristas y limpiara (aquí sin comillas, porque a éstos sí que había que sacarlos aunque fuera con aguarrás) de balbases el partido en Madrid, para que tire a la basura su trabajo, su discurso y su imagen labrada en estos años. Y da igual quién sea la alternativa que se proponga, Trinidad o cualquier otro/a. Ya te equivocaste con anterioridad con Miguel Sebastián y con la propia Trinidad. Y nadie pidió cuentas, porque el gobierno de la Espe lleva moribundo desde el tamayazo sin que hayamos sabido darte el descabello. Porque parece mentira que con el currículo del gobierno Aguirre no haya podido el partido quitársela de enmedio, especialmente considerando que la Comunidad de Madrid sociológicamente es progresista.

Tomás Gómez los ha puesto encima de la mesa, como no podía ser menos, y ha plantado cara. Ahora primarias. Y las va a ganar, porque no veo a guerristas y balbases apoyando a tu candidata. Afortunadamente, yo no creo que las primarias debiliten al partido. Antes al contrario: es una publicidad añadida para el candidato vencedor y, ya se sabe, lo importante es que hablen de uno, "aunque sea bien". El único problema es cómo gestionar los apoyos, y ver si alguna de las candidaturas va a negociar con los guerristas, balbases u otras tribus, un reparto de sillas.

¿Las encuestas sobre a quién se prefiere de candidato? Pues valen de poco, ya lo sabemos. Nadie quiere a Rajoy y, hoy por hoy, parece que ganaría de calle unas elecciones generales. De lo que se trata es de presentar un proyecto que movilice (no que ilusione) al electorado de izquierdas y progresista de Madrid, que les haga ir a votar para echar de una vez a estos "liberalfalangistas" del gobierno de la región. Un gobierno enfangado en mil asuntos oscuros; un gobierno que sólo gobierna para los amigos; un gobierno que da jugosos contratos a los partidarios, que reparte emisoras de radio y televisión entre grupos ultraderechistas, que entrega la enseñanza y la educación de nuestros hijos a sectas ultracatólicas, que trata por todos los medios de convertir la sanidad en el negocio privado de multinacionales de dudosos antecedentes. Y tantas y tantas otras cosas.

Es nuestra obligación terminar con esto de una vez. Y la solución no es cambiar  "al delantero centro". Juego de equipo es lo que se necesita, y no que los suplentes se dediquen a mover el banquillo.

Esta vez, ZP, te has equivocado significándote tan abiertamente, y yo aplaudo el coraje de Tomás Gómez por plantar cara. Porque, ¿te habrías atrevido a una maniobra semejante en Andalucía, Cataluña o Euskadi? Pues no. Si no querías a Tomás, deberías, primero, haber sido más cauteloso, haberte mantenido al margen, haber dejado el trabajo sucio a otros, como si esto no fuera contigo. Porque, al final, vas a tener que apoyar a Tomás Gómez si gana las primarias, y vas a tener que levantarle la mano en el balcón de Ferraz si gana la Comunidad. Un Secretario General nacional y Presidente del Gobierno no puede "bajar" a meterse en este navajeo de suburbio portuario.

Mantequilla fácil de untar.

Traten otros del gobierno
del Mundo y sus monarquías
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno
(...)
Góngora lo tenía claro. Sería porque entonces no existían todavía las infames mantequillas fáciles de untar que, al parecer están causando furor entre el consumidor español sin criterio. Y digo sin criterio y digo bien. Porque lo que está comprando es un grosero sucedáneo compuesto por mantequilla en un porcentaje variable, y nata o, incluso, aceites vegetales de distinto pelaje hasta completar la fórmula (más los respectivos conservantes, aromatizantes, estabilizantes, etc). Su sabor es, por supuesto, mucho peor que el de la mantequilla de verdad, y su textura "suave y aterciopelada" es hasta desagradable.

Y por si esto fuera poco su precio es mayor, lo que no es de recibo para un vil sucedáneo. Quizás por esto todas las firmas se han lanzado a poner en el mercado su propia mantequilla fácil de untar. Y esto es intolerable, especialmente para marcas que hacen gala de la calidad de sus productos y por ello, los venden a un precio superior al de otros competidores. Es el caso de la Central Lechera Asturiana, que, remedando un envase de ketchup, ha puesto en el mercado con gran boato su MFU, a la que ha llamado, además, "botequilla". Asquerosa. ¿Alguien se imagina a Loewe haciendo y publicitando carteras de polipiel o, sencillamente, plástico? ¿Y a Lindt pregonando las excelencias del sucedáneo de chocolate? Pues no. ¿Ésa es la imagen de marca que quiere CLAs, la de una empresa que pone en el mercado productos de segundas o terceras calidades? Y lo mismo puede decirse de otras industrias que presumen de pedigrí. Alguien debería poner en la calle al brillante ejecutivo que ha decidido que su empresa se lance a competir con la escoria de la industria alimentaria.

El otro día fui al Carrefour Market (antes express) de Conde de Peñalver (Madrid) y en la nevera de las mantequillas pude comprobar con sorpresa y desagrado que todas ellas eran MFU, salvo una mantequilla holandesa que fue la que, por supuesto, compré. No había alternativa. Comprendo que la marca blanca de Carrefour opte por la MFU y abandone la mantequilla normal, se trata sólo de ofrecer un mejor precio al cliente. Pero ¿y las demás? ¿les conviene igualarse por abajo a las marcas blancas?

Pero la culpa, como siempre en estos casos, es del consumidor, que llega al estante del súper y echa a la cesta lo que pongan por delante. Que podamos seguir disfrutando de nuestro desayuno como hacía Góngora (y seguramente también Quevedo) está en nuestras manos. No les permitamos que nos engañen con esto. La mantequilla de verdad o pan con aceite (que éste sí que es fácil de untar). NO COMPRÉIS MIERDAS.

sábado, 7 de agosto de 2010

¡Estaban avisados!

El título de este blog, que contendrá las reflexiones personales del autor sobre los temas más variados, se debe a una nota manuscrita que el conserje de su casa colocó en el portal una noche de invierno. "Estaban avisados". Éste era su único contenido.

Se había estropeado la caldera de carbón y los vecinos mitigaban el frío de sus hogares con estufas eléctricas. La red de la casa no estaba preparada para la demanda que suponía la conexión de tantos aparatos y, por ello, se iba la luz continuamente. El portero pasó por todas las viviendas (90) para indicar que no se conectaran más radiadores, pues la instalación no daba más de sí. Los vecinos, por supuesto, hicieron caso omiso de sus advertencias y éste, antes de concluir su jornada laboral, y previendo lo que después efectivamente sucedería, colocó el papel antedicho, cuya lectura imaginó que caería como una losa sobre cualquier vecino que bajara a buscarle para que volviera a conectar la luz.  Pues bien, sépanlo también cuantos se acerquen a este blog: aquí se tartará con acerba crítica los asuntos más variados. Y casi siempre con ánimo de ofender. Estaban avisados.